Desatad, desatad hasta enterrarlos en el mar

De la crisis constitucional a las constituyentes plurinacionales. Comunicado de Defender Andalucía en el 43º aniversario de la constitución española de 1978.

La Constitución española que hoy cumple 43 años fue el acuerdo de mayorías alcanzado por las fuerzas de la dictadura militar con la nueva socialdemocracia del régimen, el eurocomunismo español y las burguesías conservadoras vascas y catalanas. Un pacto de élites territoriales, y de cúpulas judiciales, sindicales y académicas. La gran consigna era incorporar al régimen de forma ordenada determinados elementos de la oposición democrática sin que ello implicara un proceso de democratización. La restauración monárquica fue parte del proceso de construcción de un nuevo régimen de legitimidad que conjugara el periodo anterior al año 1931 y el posterior al año 1939.

l proceso de movilizaciones sindicales, articulaciones sociales, contestación juvenil y estudiantil producido desde mediados de los años sesenta hasta finales obligó a la dictadura militar a prepara cambios en la composición interna del régimen, así como en el exterminio de todas las resistencias que amenazaran el núcleo de poder de la burguesía española nacida en la España del 1939.

Hubo más de 600 muertos en el conjunto del Estado durante el final de la dictadura militar. En Andalucía, concretamente, mataban a Javier Verdejo en 1976 cuando escribía en un muro de las calles de la ciudad de Almería las palabras “ Pan, trabajo y libertad”. Solo llegó hasta la T de trabajo cuando unos guardias civiles le disparaban por la espalda, mientras huía.

En 1977 mataban a Manuel José García Caparros en Málaga, en una de las multitudinarias manifestaciones que se celebraron el 4 de diciembre de 1977 por toda Andalucía, reclamando un estatuto de autonomía para el país andaluz. Hoy aún las autoridades guardan con celo y como secreto de Estado la autoría de tan cobarde asesinato. Hoy, 6 de diciembre de 2021 su familia sigue reclamando una justicia que este estado de derecho constitucional y “democrático” no quiere darle.

Foto de tres niños con la bandera de Andalucía en los años 70


Tras la caída de los regímenes fascistas de toda Europa vino una ruptura con la legitimidad de los fascismos europeos, se depuraron responsabilidades, se renovaron los órganos del Estado y por supuesto se eliminaron las diferentes jurisprudencias que se habían creado durante las etapas de deslegitimidad fascista. En el caso de la dictadura militar española no fue así. La superación no vino de fuera, sino de dentro. Fruto de esto, hoy tenemos un Tribunal Constitucional que ataca y amordaza, constitución en mano, todo aquello que pueda trastocar ciertos intereses y que venga salido del Congreso de los diputados o de los distintos parlamentos autonómicos, en definitiva, los lugares donde la soberanía popular tiene la posibilidad de decidir sobre los asuntos clave que les son propios.

La crisis territorial vivida en Cataluña a raíz del referéndum de 2017, el exilio del Rey Emérito amparado por la dictadura de Emiratos Árabes, la crisis judicial producida por los constantes bloqueos en los principales órganos judiciales del Estado, la crisis de partidos, la penetración de fuerzas fascistas en las instituciones, la desaparición de un sindicalismo obrero de oposición muestran la caducidad del pacto social propuesto por la Constitución de 1978. Todas las masas populares y obreras que creyeron en el proyecto de la constitución del 78 han visto frustradas sus aspiraciones democráticas ante un proyecto que ha supuesto la continuidad de la dictadura, del capitalismo español nacido tras la guerra a través de las expropiaciones, la continuidad del sistema judicial de la dictadura y un proyecto unionista que manda a las fuerzas del orden allí donde haya urnas, huelgas o critica al poder. Ante las exigentes de democracia territorial y del reparto de la riqueza y el trabajo, el régimen ha desempolvado los uniformes de la dictadura y agita en las calles una nueva ultraderecha que despliega su violencia contra los trabajadores migrantes más humildes, contra las mujeres y contra las naciones sin soberanía.

La crisis constitucional que vive el Estado español va a a ser, necesariamente superada por toda una serie de procesos constituyentes que se van a producir en los diferentes territorios, nacionales y países del Estado español. La cuestión territorial, la cuestión de clase, la crisis ecológica y energética y la deriva fascista de las instituciones del Estado centrifugada desde el centro del Estado, nos van a llevar a una nueva ola de procesos constituyentes plurinacionales en el Estado, en la cual Andalucía está llamada a liderar el proceso de transformación social e institucional del Estado español.

El actual gobierno de PSOE-Unidas Podemos-ERC-Bildu/PNV supone un nuevo pacto de las élites del Estado entre Madrid-Barcelona-Bilbao que deja fuera tanto al sur, como a las clases obreras y populares. Creemos que es necesario dar el paso y conformar un nuevo espacio de oposición democrática, sindical, feminista y popular que haga de muro de contención al fascismo en las calles y en las instituciones. Este gobierno de progreso necesita un 15M soberanista, feminista y sindical.

Las izquierdas transformadorasdel Estado tienen un reto, construir un nuevo espacio de contestación y de unidad en la diversidad, de diferencia bajo un horizonte común. Superar el régimen del 78 en clave de democratización, de reconocimiento del derecho de autodeterminación y de derechos humanos y libertades civiles, sindicales. Es la hora de pasar de la crisis constitucional a las constituyentes plurinacionales.

¡Adelante los pueblos!

6 de diciembre de 2021