Cuando se redacta y dirige un manifiesto a la clase trabajadora andaluza en una fecha tan emblemática como el primero mayo no caben las medias tintas ni las ambigüedades. ¿ Todo está escrito, queda mucho por escribir? ¿A quién apelamos cuando hacemos público un documento de este tipo?
La clase trabajadora andaluza se enfrenta a unas horas aciagas en cuanto a lo que se refiere a su condiciones laborales y a un futuro, cada vez más negro, que afrontamos las mujeres y hombres andaluces que cada mañana nos levantamos acosados por la incertidumbre, la amenaza real del desempleo sufrido o por sufrir, la precariedad, los salarios miserables, etc y todo lo que esto lleva aparejado. Por si fuera poco, con la excusa de hacer frente a la actual pandemia y la crisis económica de turno que nos ha traído con ella, se nos vuelve a pedir a trabajadores trabajadoras más sacrificos y resignación.
No menos preocupante es la pérdida de la capacidad política de una clase trabajadora que, con el paso de los años, nos ha ido siendo arrebatada y quedado en manos de mercachifles que nos venden soluciones que ni lo son, ni solucionan nuestros padecimientos cotidianos ni conforman organizaciones genuinas de trabajadores. También, el otrora activo movimiento sindical se encuentra en buena parte desarticulado, atomizado y confuso entre qué caminos y realidades combatir.
Todas estas miserias economías y organizativas que sufrimos los y las trabajadoras se dan en nuestra tierra, Andalucía, siempre a la cola de todo lo socialmente bueno y a la cabeza en cuanto desigualdades, pobreza e injusticias. Una tierra que es nuestra madre y que vive presa de gobiernos ajenos a los intereses reales de sus hijas e hijos y de un sistema económico neo-liberal que nos arrebata nuestras riquezas para ponerlas en manos de una élite conformada por aquellos que pretenden manejar los designios del mundo.
Nuestros jóvenes no tiene acceso al empleo o, si lo hacen es en unas condiciones que les impide emanciparse de los hogares familiares que, en muchos casos, siguen siendo la única célula sobre la que se sustenta la supervivencia de sus miembros. Andalucía ve enajenado su campo y sus recursos naturales a manos de empresas que utilizan nuestro territorio como punto de salida para sus actividades especulativas de toda índole y donde nunca retornan los multimillonarios beneficios que desde aquí se obtienen. La industria ni la hemos visto nunca ni se le espera.
Las mujeres andaluzas ocupan los empleos peor pagados, sufren diariamente la discriminación de género y, en muchas ocasiones, son víctimas de la violencia y el asesinato.
La clase trabajadora, en su conjunto, sufrimos la violencia de un sistema político y económico injusto que nos impide vivir y trabajar dignamente en nuestra patria, que se hace con las riquezas y beneficios que nuestro trabajo genera a cambio de casi nada. Y para perpetuar ese modelo, fomento de las desigualdades y de las miserias, nos niega nuestra capacidad de gobernarnos,se nos sustrae e impide que hagamos uso de la soberanía que nos corresponde como conformadores de un pueblo y una nacionalidad histórica.
Reclamando, impulsando y consiguiendo el derecho a disponer de nuestra soberanía, será como andaluzas y andaluces consigamos regir y diseñar el camino que nos lleve al progreso humano y material de nuestra tierra. Sin Andalucía no hay futuro para nosotras y nosotros, sin autogobierno real estamos condenados a padecer lo que ya llevamos años soportando: Andalucía debe ser siempre lo primero, porque sólo desde ella podemos redimirnos de las injusticias y apuntalar un futuro justo y regido por la Justicia social que depare una vida libre y feliz para nuestros hijos e hijas, en una patria donde puedan desarrollarse como seres humanos que vivan socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.
Por todo lo expresado anteriormente y que sólo es un sucinto resumen de nuestras realidades, desde DEFENDER ANDALUCÍA ante este Primero de Mayo, día internacional de la Clase Trabajadora, llamamos a la movilización y a la organización. Exs imprescindible una clase trabajadora fuerte, organizada y sin miedo. No vamos “ a comprar” el discurso de que “ante la crisis todos estamos juntos”, mientras somos la mayoría quienes perdemos y unos pocos los que se benefician. Es urgente imponer mediante la movilización un programa de urgencia social que responda a las necesidades de los y las trabajadoras y de la juventud. Las políticas de los gobiernos actuales no van en ese sentido y sin partidos y sindicatos genuínamente andaluces y que pongan fin a los desmanes que cada día se cometen sobre los campos ,las ciudades y los y las trabajadoras andaluzas, no tendremos futuro.
Es por ello que desde DEFENDER ANDALUCÍA invitamos a la clase trabajadora a potenciar y a participar en los sindicatos que consideren la lucha emancipatoria de nuestra clase y la de Andalucía como algo absolutamente inseparable. Desde ahí fomentaremos la defensa de nuestros intereses y podremos coto la robo cotidiano que se perpetran en nuestra tierra.
También invitamos a la participación, en otros movimientos sociales, feministas, barriales, vecinales, profesionales, etc para extender y potenciar una red social de organizaciones populares y propias de nuestra realidad, sin modelos importados que no aportan ninguna solución.
Es hora ya que desde los movimientos sociales se unifiquen las luchas y reivindicaciones en el mundo del trabajo y en las organizaciones sindicales. Igualmente es imprescindible que hagamos de reivindicaciones tales como los servicios públicos (Educación, Sanidad, vivienda, suministros básicos. Etc), la igualdad real entre hombres y mujeres y la defensa y aplicación real de los derechos humanos de todas las personas que viven en Andalucía, ideas fuerza de nuestros programas políticos más inmediatos
¡Viva la lucha de la Clase Obrera!
¡Es la hora de la lucha, de crear y de construir la Andalucía que nos han ido robando!
¡Este Primero de Mayo, sal a la calle a defender tus derechos!