La antigua colonia española del Sáhara Occidental fue abandonada a su suerte por el ejército español en un momento de total debilidad del régimen franquista, en los últimos momentos de la vida del Dictador Franco, cuando la ONU exigía al estado español que realizase un referéndum de autodeterminación en la colonia. Marruecos, que también sufría momentos de crisis interna, con una monarquía inestable frente a un ejército marroquí que ya había realizado movimientos golpistas en 1971 y 1972, aprovechó la coyuntura para preparar una solución que beneficiaba a un régimen español en parálisis política, y de paso podría desviar la atención de los problemas domésticos. Así acordaron el proceso que culminó con la Marcha Verde y la posterior anexión del Sáhara por parte de Marruecos: España se desentendía de su responsabilidad con respecto a la colonia africana, mientras Marruecos lograba un golpe de efecto que facilitaría la perpetuación de la monarquía marroquí en el poder, aferrándose ideológicamente a un nacionalismo marroquí intransigente, reaccionario y expansionista como método de supervivencia.
Así, el 6 de noviembre de 1975, la marcha verde traspasó la frontera internacionalmente reconocida del Sahara Occidental. En virtud de los Acuerdos de Madrid, se estableció una administración temporal tripartita constituida por España, Marruecos y Mauritania. El 26 de febrero de 1976, España abandonó el territorio, tras lo cual el Frente Polisario, proclamó la República Árabe Saharaui Democrática y emprendió una guerra de liberación del territorio contra estos dos países.
En 1979, Mauritania, derrotada, firmó la paz con el Frente Polisario, renunciando a sus pretensiones en el territorio. Al mismo tiempo Marruecos materializó la ocupación. En la ocupación Marruecos bombardeó a la población saharaui con napalm y fósforo blanco, lo que ocasionó la huida de muchos al exilio en el desierto. En 1991, Marruecos y el Frente Polisario firmaron un alto al fuego auspiciado por la ONU que estableció la Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental (MINURSO), que se celebraría en febrero de 1992. Pero este referéndum jamás se celebró.
45 años después, el Frente Polisario mantiene liberadas algunas zonas del sur y el este del Sáhara, mientras Marruecos controla con mano de hierro la mayor parte del país. La MINURSO, órgano creado por la ONU con la misión de llevar a cabo el referéndum, es inoperante a la hora de imponer la legalidad a Marruecos, que lleva años resistiéndose a llevarlo a cabo, imponiendo tesis que niegan de facto la posibilidad real de soberanía para el Sáhara (como que el referéndum solo sirva para que logren una autonomía, o que puedan votar los miles de colonos marroquíes que fueron desplazados al territorio).
Hoy, tras algunas semanas de especial inestabilidad en la frontera sur, las hostilidades vuelven a amenazar con la guerra al territorio y su población. Hoy, como en la década de los años setenta, la monarquía marroquí pasa por un momento de debilidad, fruto de la crisis de COVID, que frena uno de los lucrativos negocios de los que se nutre Marruecos: el hachís. Fruto de esta situación de debilidad, tal y como ocurrió en 1975, Marruecos decide desviar la atención de sus problemas domésticos tratando de enarbolar la bandera del nacionalismo reaccionario que vende el proyecto del “Gran Marruecos”, un proyecto que reclama que el Sáhara Occidental es parte inherente al reino alauita, algo fuera de toda lógica, puesto que la comunidad internacional es consciente de que el Sáhara Occidental es la última colonia de África que no ha llevado a cabo su proceso de independencia formal, constando así para la ONU, que, como hemos mencionado anteriormente, mantiene desplegada su misión (MINURSO) par llevar a cabo un proceso de autodeterminación constantemente frenado por el reino marroquí.
Desde Defender Andalucía, nos posicionamos sin peros a favor del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Instamos al estado español a que tome posición del lado de la legalidad internacional, haciéndose cargo de su responsabilidad histórica para con el pueblo saharaui y condenamos rotundamente los movimientos bélicos del Majzén y del ejército marroquí, comandado por una monarquía corrupta, que mantiene a los territorios de los que dispone bajo el yugo represivo, policial y militar del que hace gala para mantener sus privilegios ilegítimos.
Instamos a la ONU a que haga cumplir, de una vez por todas, el mandato por el que fue creada la MINURSO. Entendemos que Marruecos ha dado sobradas muestras de su desprecio por el derecho internacional, entendemos que jamás va a cumplir con estos mandatos y por ello pedimos a la comunidad internacional que condene las actuaciones ilegales de Marruecos, y lleve a cabo acciones que le obliguen a corregir su postura intransigente, autoritaria y antidemocrática.
Finalmente, Desde Defender Andalucía entendemos que la libre autodeterminación de los pueblos es un Derecho inherente a la democracia, un derecho humano colectivo indispensable para la paz y la estabilidad mundial, un derecho por el que el pueblo saharaui ha sufrido y derramado sangre y en definitiva, un derecho indispensable en un derecho internacional constantemente pisoteado por la monarquía criminal marroquí.
¡Solidaridad con la República Árabe Saharaui Democrática!